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LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA SANITARIO DEBE GARANTIZAR EL ACCESO UNIVERSAL EN CONDICIONES DE EQUIDAD

La consejera de Salud y Consumo reivindica ante el Senado una mejora de la financiación, como mínimo hasta igualar el crecimiento del PIB nominal, y mayor protagonismo para el Fondo de Cohesión Sanitaria

La financiación y el aseguramiento públicos, la universalidad de la cobertura de las prestaciones y la provisión pública mayoritaria de los recursos han de ser los principios que rijan los cambios para garantizar la sostenibilidad de los servicios sanitarios. Este ha sido el mensaje central que la consejera de Salud y Consumo, Luisa María Noeno, ha trasladado a la Comisión General de las Comunidades Autónomas que se ha reunido hoy en el Senado, y ante la que la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, ha comparecido para abordar el tema de la financiación sanitaria.

En su turno de intervención, Luisa María Noeno ha comentado que, en algunas ocasiones, "la viabilidad económica de nuestro sistema sanitario se ha puesto en entredicho desde ciertas posiciones e intereses, propugnando soluciones que ponen en riesgo el acceso universal en condiciones de equidad". Por eso, ha argumentado que "la mejora de la financiación de los servicios sanitarios debe enfocarse hacia la mayor eficiencia y efectividad, con un nivel adecuado de gasto, sin cuestionar las características del sistema."

La consejera de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón ha señalado que, en comparación con otros países de su mismo nivel, el gasto total sanitario en España no puede calificarse de "desmesurado" pero sí ha ratificado que "existe un problema de insuficiencia dinámica que no radica principal y únicamente en el crecimiento de la población, sino en un conjunto de factores que incluyen el envejecimiento, los costes de prestación de los servicios en el territorio o la propia evolución del gasto de las nuevas tecnologías sanitarias".

Noeno ha explicado que el gasto transferido no sólo ha crecido más que los recursos transferidos, sino que éstos no han alcanzado siquiera el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) nominal. "En consecuencia, -ha afirmado-, son las comunidades autónomas las que tienen que financiar esta diferencia con recursos que habrían sido destinado a financiar las competencias comunes".

La consejera de Salud y Consumo considera que sería conveniente recuperar ese porcentaje perdido de la financiación pública, del 0'5 o 0'6% del PIB, para situar el gasto público sanitario en un orden de magnitud adecuado al nivel de desarrollo comparado con países similares al nuestro. En su opinión, "ese crecimiento debería llevarse a cabo de forma solidaria por parte de las Administraciones del Estado y de las comunidades autónomas, en un plazo determinado y compatible con la atención de otras demandas públicas, dentro de unos objetivos de equilibrio económico y presupuestario".

Luisa María Noeno ha pedido que se dé mayor protagonismo al Fondo de Cohesión Sanitaria "bajo un principio de solidaridad", lo que podría contribuir a la financiación de servicios de referencia comunes. De este modo, el Fondo de Cohesión, además de la compensación por desplazados, sería el instrumento más operativo para financiar prestaciones o servicios que se reconozcan como nuevas, e incluidas como prestaciones mínimas y básicas para el conjunto del Sistema Nacional de Salud.

Por último, Noeno ha indicado que de nada servirá mejorar la suficiencia financiera si el gasto sanitario sigue creciendo por encima del PIB. Por ello, cree necesaria la revisión de las prioridades asistenciales y fomentar una difusión y utilización más racional de las tecnologías sanitarias, además de establecer la cartera de servicios básica del Sistema Nacional de Salud. Esta cartera debe ser "operativa y sensible" para detectar las incorporaciones de tecnologías o procedimientos que sólo suponen incremento de los costes y no avances sustanciales en la atención sanitaria. "No sólo es necesario gastar un poco más, -ha dicho-, sino también gastar mejor".