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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Transportes

Soro visita las obras realizadas para la estabilización de uno de los túneles del Cañón de Añisclo

La carretera se reabrió al tráfico de manera definitiva en verano de 2019 tras una inversión de 1,8 millones en una obra que representa “uno de los trabajos más complejos impulsados desde el departamento en los últimos años”

Durante los dos años que han durado las obras, se habilitó un paso alternativo para seguir dando servicio a la parte turística de este enclave del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, ha visitado las obras realizadas en el túnel de la carretera HU-631, en el punto kilométrico 10.3, en el Cañón de Añisclo y que han servido para consolidar esta zona y reabrir al tráfico la carretera situada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El tráfico por esta carretera se cerró en la primavera de 2017 ante el riesgo que presentaba el túnel “las obras han supuesto una inversión de 1,8 millones de euros y se pudo reabrir en el verano de este mismo año”. Para el consejero Soro “desde el punto de vista técnico, se trata de una de las obras más complejas que hemos desarrollado en los últimos años, tanto por la solución que se precisaba como por el enclave y las condiciones meteorológicas, con periodos invernales y climatología adversa”.

SORO Añisclo sobre las alternativas

SORO sobre la obra en Añisclo

La empresa aragonesa Altius fue la adjudicataria de esta obra que ha supuesto la reparación de un túnel que presentaba un total de cuatro grupos de fracturas diferentes. Tras el estudio de la ladera a través de drones se determinaron las actuaciones para la fijación de la misma teniendo en cuenta la dificultad de acceso para realizar los trabajos, los requisitos medioambientales y la necesidad de garantizar la seguridad de los trabajadores.

Soro ha destacado las dos fases de los trabajos llevados a cabo. Por un lado, la estabilización del macizo y, por otro lado, el refuerzo del túnel. “En la estabilización del macizo se utilizaron bulones y anclajes que servían para sujetar los diferentes planos de la masa rocosas” ha señalado el consejero Soro. Para la inserción de las barras de acero, bulones, se perfora la roca y se introducen con cemento para conectar todos los estratos y discontinuidades y evitar los deslizamientos, un trabajo que hay que realizar además con precisión para evitar el cruce de los anclajes. “Se trata de la parte más llamativa y dura de este trabajo ya que implicó la colocación de vías de acceso y sistemas para poder trabajar en vertical con la maquinaria” ha explicado Soro. En estos trabajos se llegó a contar con 15 personas y tres equipos de perforación de forma simultánea.

La segunda fase se centró en el refuerzo del túnel con inyección de hormigón, instalación de bulones y de cerchas, colocadas a modo de arcos, en todo el túnel. Tras afianzar el túnel se procedió a actuar en la propia calzada con aglomerado, señalización horizontal y vertical y con la instalación de las biondas de seguridad.

Paso alternativo durante las obras

El 3 de julio de 2017 y mediante Orden conjunta del consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda y del consejero del Desarrollo Rural y Sostenibilidad, se adjudicó una obra de emergencia para el “acondicionamiento de la carretera de Puyarruego – Buerba – Sarvisé”. Estas obras se llevaron a cabo para facilitar el paso hasta el cañón de Añisclo como vía alternativa mientras se llevaba a cabo la estabilización del talúd y el refuerzo del túnel.

Algunos datos sobre la obra:

4.000 metros cuadrados de malla de tripe torsión

570 metros de bulón de diámetro 25 mm y 32 mm

3.900 metros de anclaje tipo Dywidag

245 metros de cercha metálica

2.700 metros de sellado de brechas

36.000 litros de lechada de cemento

21.000 de mortero inyectado

650 metros cuadrados de hormigón proyectado en el túnel