La Unidad de Arritmias del Clínico consolida la monitorización domiciliaria de pacientes con marcapasos o desfibrilador
Más de 800 pacientes se han beneficiado de esta aplicación de la telemedicina, que consiste en incorporar en el domicilio de los pacientes un monitor al que los cardiólogos pueden acceder en remoto
El programa se extenderá a todos los pacientes con estos dispositivos y se prevé alcanzar los 3.000 usuarios
La Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa ha potenciado la monitorización remota domiciliaria de aquellos pacientes portadores de un marcapasos o desfibrilador, lo que ha permitido realizar la revisión de los enfermos sin desplazarse de su casa ante el riesgo que suponía para ellos acudir al hospital durante la pandemia.
Ramos explica las ventajas que la monitorización tiene para los pacientes.
El responsable de la Unidad de Arritmias, Javier Ramos, explica el origen de la iniciativa.
Más de 800 pacientes se han beneficiado de esta aplicación de la telemedicina, que consiste en incorporar en el domicilio de los pacientes un monitor al que se puede acceder en remoto. De este modo, los cardiólogos comprueban el estado del dispositivo del paciente, pudiendo detectar a diario si hay algún fallo en el funcionamiento del mismo.
Procedimiento
El envío de la información se realiza a través de un sistema de telefonía móvil que emite a través de una pequeña antena incorporada. Así, se pueden establecer conexiones con el dispositivo y enviar al hospital la misma información que se obtendría si acudiera el usuario a la consulta de marcapasos.
El equipo de la Unidad de Arritmias, formado por personal de enfermería especializada en arritmias y arritmólogos, se conecta a diario a una plataforma online donde revisan los registros de los pacientes y analizan las posibles arritmias que ha podido presentar el enfermo, así como el porcentaje de latidos del corazón que han precisado un estímulo eléctrico del dispositivo implantado, el estado de su batería y de los cables, con la misma fiabilidad que en una consulta presencial.
La mayoría de pacientes con marcapasos o desfibriladores están encuadrados dentro de la población vulnerable al COVID 19 y en éstos una cita presencial hospitalaria durante el pico de contagio del coronavirus podría haber supuesto un riesgo añadido a sus dolencias cardiacas.
Actualmente en esta unidad, a todo paciente al que se le implanta un dispositivo intracardiaco se le entrega un monitor para facilitar su seguimiento en remoto y se estima que a corto plazo se habrán podido incluir en este programa más de 3.000 pacientes. En la mayor parte de los casos, se evitarán un porcentaje importante de revisiones presenciales, incrementando la comodidad de los pacientes, disminuyendo el número de veces que deben acudir al hospital y, por tanto, las posibles demoras en las citas.