Repollés ha agradecido la colaboración y la disposición del Ejército en su labor de vigilancia epidemiológica
La consejera de Sanidad, la delegada del Gobierno en Aragón y el coronel director del Hospital General de la Defensa han visitado la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Defensa
Esta unidad colabora con el Gobierno de Aragón en su labor de rastreo de casos de COVID19
La consejera de Sanidad, Sira Repollés, junto con la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, y el coronel director del Hospital General de la Defensa, Juan Antonio Lara Garrido, han conocido hoy el trabajo de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Defensa, que ha comenzado a colaborar con el Gobierno de Aragón en su labor de rastreo de casos de COVID19.
Visita a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Defensa
Repollés ha agradecido la colaboración y la disposición de esta institución, que ha puesto todos los medios solicitados a disposición de la seguridad de los ciudadanos. La consejera de Sanidad ha señalado que se está trabajando coordinadamente con ellos, de tal forma que en una primera fase este equipo se va a encargar de comunicar los resultados negativos que se generan desde Atención Primaria, liberando de esta forma a los centros de salud de un importante volumen de trabajo. En fases próximas, estos profesionales se podrían ir incorporando a la investigación de contactos de aquellos pacientes que no tienen médico asignado en el sistema público de Salud.
La Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Defensa está formada por cinco salas, ubicadas en las antiguas instalaciones de Psiquiatría. Los militares han comenzado a trabajar en ella esta semana, después de recibir la formación correspondiente en el Departamento de Sanidad. Desarrollan su labor en dos turnos diarios de 20 profesionales cada uno, de lunes a domingo en turnos de 7 horas de mañana y otras tantas de tarde.
En total son 88 militares liderados por la División “Castillejos” en coordinación con el Gobierno de Aragón. La mayor parte de estos rastreadores provienen de la Brigada Aragón I y del Regimiento de Caballería “España”. El resto pertenecen al Ejército del Aire, destinados en la Base aérea de Zaragoza.