Sanidad
Orihuela del Tremedal (Teruel) acoge el quinto y último plan piloto de enfermedades transmitidas por vectores
Las actuaciones ya desarrolladas este verano han permitido comprobar la utilidad de las trampas y confirmar la presencia de algunos vectores
El municipio turolense de Orihuela del Tremedal acoge desde este martes, 8 de octubre, la puesta en marcha del quinto y último plan piloto impulsado este año por la dirección general de Salud Pública del Gobierno de Aragón y el Área de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza para la detección de enfermedades transmitidas por vectores. En este caso, la actuación se va a centrar en la investigación de garrapatas.
Se trata de una acción que se enmarca dentro del convenio de colaboración suscrito recientemente entre el Departamento de Sanidad y la Universidad de Zaragoza para la implantación y desarrollo del Plan de Vigilancia y Respuesta de las Enfermedades transmitidas por Vectores en la Comunidad Autónoma de Aragón.
La elaboración del plan está muy avanzada y los planes piloto se han puesto en marcha este verano ya que es la época donde están presentes mosquitos y flebótomos, que actúan como vectores para transmitir enfermedades como la leishmaniosis, el dengue, el paludismo y la fiebre del Nilo occidental.
En el caso de las garrapatas, que transmiten el virus causante de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, entre otras patologías, se implementa este plan coincidiendo con la temporada de caza ya que el control de las garrapatas se va a realizar en el pelaje de diferentes cérvidos, como ciervos y corzos.
El objetivo es poner a punto la metodología de vigilancia de las garrapatas silvestres y la recogida de este tipo de ácaros. La zona de actuación será la reserva de caza de Montes Universales, durante la temporada de caza.
La directora provincial de Sanidad en Teruel, Asunción Navarrete, el jefe del Servicio de Seguridad Alimentaria y Sanidad Ambiental del Gobierno de Aragón, Antonio Español, y el profesor titular de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y director de la Cátedra de Investigación en Plagas Urbanas y Salud Pública, Ignacio de Blas, han participado en una reunión celebrada en la Residencia de Tiempo Libre ‘Orihuela del Tremedal’ para dar a conocer este plan piloto.
A ella también han asistido el alcalde de Orihuela del Tremedal, Rafael Samper, los directores provinciales en Teruel de Medio Ambiente, Emilio Pérez, y Agricultura, Elifio Feliz de Vargas, y técnicos del Departamento de Sanidad y de las tres direcciones provinciales de Sanidad, Medio Ambiente y Agricultura en Teruel, así como de la Universidad de Zaragoza.
El jefe del Servicio de Seguridad Alimentaria y Sanidad Ambiental del Gobierno de Aragón dice que se pretenden evaluar los riesgos generados por vectores
El profesor de la Universidad de Zaragoza, Ignacio de Blas, señala que se trata de establecer los protocolos en caso de presencia de estos patógenos
El alcalde de Orihuela del Tremedal, Rafael Samper, estima que se ha elegido el lugar adecuado para este estudio
PRIMER AVANCE DE RESULTADOS
Los mosquitos, garrapatas y flebótomos, que actúan como vectores de transmisión de enfermedades, están presentes y extendidos en gran parte de la geografía de España. Por eso, se hace necesario vigilar su presencia en Aragón, así como las patologías que transmiten, con el propósito de detectar de forma precoz su presencia y dar una repuesta rápida para evitar la aparición de casos secundarios y brotes autóctonos.
Los planes piloto tienen como finalidad diseñar los sistemas de prevención, vigilancia y control, así como poner a punto los planes de muestreo y las técnicas analíticas, además de conocer la presencia de estos vectores y su grado de implantación en el territorio.
De hecho, un primer avance de resultados de los cuatro planes piloto desarrollados este verano, en Zaragoza, Utebo, Binéfar y Alcañiz, refleja la oportunidad de haberlos implementado. En todas las localidades, se ha contado con la colaboración de los Ayuntamientos.
El primero de los planes comenzó el 16 de julio, en la ciudad de Zaragoza, para controlar mosquitos del género Aedes, vector de transmisión de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el zika y la enfermedad por virus Chikungunya.
La vigilancia entomológica realizada a través de trampa para la puesta de huevos ha mostrado un incremento muy notable de la actividad reproductiva de distintas especies de mosquitos en el período entre el 27 de agosto y el 10 de septiembre.
Asimismo, el aumento de captura de adultos de Aedes albopictus en el muestreo del 10 de septiembre se ha correlacionado con el aumento de huevos identificados en las trampas de oviposición. Además, se identificaron otras especies de culícidos y flebótomos.
En Utebo, la prueba piloto se inició el 17 de julio para el control de flebótomos transmisores de leishmaniasis y ha sido útil para poner a prueba el uso de trampas adhesivas, que no han tenido la eficacia esperada. Esto ha motivado que se hayan usado otro tipo de trampas como alternativa y se hayan podido capturar algunos ejemplares de flebótomos y un culicoide.
El 23 de julio, se colocó una trama en Binéfar para el control de mosquitos del género Anopheles, que pueden transmitir paludismo. Hasta ahora, no se ha conseguido capturar ninguno, pero sí algunos ejemplares de otras especies.
El 25 de julio, en Alcañiz, se ubicó una trampa para el control de mosquitos del género Culex, transmisores de fiebre del Nilo Occidental. Allí, sí se han capturado varios ejemplares.
UNA SOLA SALUD
La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene haciendo un llamamiento para aplicar el enfoque de ‘Una Sola Salud’, que abarca la interconexión de la salud humana, la salud animal y del medio ambiente en general, incluidos los ecosistemas.
Uno de los factores que puede contribuir a la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores es el aumento de viajes y el comercio internacional, que contribuirían a la introducción de virus y especies invasoras que podrían actuar como vectores o reservorios.
Otras causas son el cambio climático, en especial el aumento de las temperaturas y de la pluviosidad, que pueden favorecer el desarrollo de los vectores; y los cambios sociodemográficos y medioambientales, que pueden aumentar las zonas geográficas aptas para el establecimiento de los vectores y reservorios y las oportunidades de contacto del ser humano con ellos.