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Jueves, 19 de septiembre de 2024

La importancia de la educación en salud y del establecimiento de cauces reales de participación en el sistema han sido algunas de las conclusiones de las Jornadas de Participación en Salud

Las Jornadas de Participación en Salud presentaron ayer sábado sus conclusiones, entre las que destacan las relativas a la importancia de la educación para la salud de los ciudadanos y la necesidad de que haya una comunicación eficaz de los usuarios con el sistema. Así se presentó durante la última sesión de este encuentro, que tuvo lugar ayer en Zaragoza bajo el lema ‘Humanizar la salud con tu participación’.

En el primer grupo de trabajo, dedicado a la sostenibilidad del sistema sanitario, las tres conclusiones más reseñables han sido: la necesidad e importancia de una buena gestión, así como la transparencia en la misma; la importancia de la participación del usuario en la toma de decisiones, es decir, la corresponsabilidad; y el papel fundamental que deben jugar la educación y la promoción de la salud.

El segundo grupo de trabajo se ha centrado en los consejos de salud de zona y el empoderamiento en salud, concluyendo que hay que seguir impulsando las nuevas tecnologías de una manera accesible, fácil y transparente; que se debe abrir la participación a otros miembros de la comunidad aunque no formen parte de estos consejos; y que sería muy útil establecer cauces de comunicación reales entre los propios consejos de salud de zona, y de éstos con los de sector y el Consejo de Salud de Aragón.

Unas 200 personas han participado durante viernes y sábado en este foro, organizado por el Departamento de Sanidad, a través de la Dirección General de Derechos y Garantías de los Usuarios, y que ha contado con más de veinte expertos y profesionales sanitarios entre sus intervinientes. Ha sido un punto de encuentro en el que se han debatido temas centrados en el empoderamiento, el voluntariado en el ámbito sanitario, la autonomía, la bioética y la corresponsabilidad de los ciudadanos en su salud. Con ello se generan dinámicas donde los usuarios consideran el sistema de salud como una parte de su patrimonio y los pacientes se sienten más implicados, avanzando hacia un sistema más humanizado.