Aragón cuenta con un nuevo Plan de atención al ictus pediátrico para organizar la atención y favorecer los cuidados de los menores
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El ictus pediátrico está asociado con una disminución de la calidad de vida en más del 50% de los casos, con una mortalidad en el 12% y la discapacidad en más del 60% de los supervivientes
Cada año, dos niños sufren esta enfermedad en Aragón y, aunque no es un fenómeno con mucha incidencia, su carga social es importante
El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, una enfermedad cerebrovascular también conocida como infarto cerebral o embolia, que se produce cuando hay una rotura u obstrucción en un vaso sanguíneo, reduciéndose el flujo de sangre que llega al cerebro.
Este año, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón ha puesto en marcha el Plan de atención al ictus pediátrico. Cada año, dos niños sufren un ictus en la Comunidad Autónoma. No es un fenómeno con mucha incidencia en niños, pero su carga social es importante y cuando se da un caso es preciso organizar la atención y adecuar los recursos existentes para favorecer los cuidados de cada niño en el entorno más adecuado.
El ictus pediátrico está asociado con una disminución de la calidad de vida en más del 50% de los casos, con una mortalidad en el 12% y la discapacidad en más del 60% de los supervivientes. Asimismo, se ha estimado que el 65% de los niños mayores de un mes presentarán déficits motores tras un ictus (hemiparesia, espasticidad o necesidad de ortésis, entre otras).
Desde finales del 2019, dentro de las acciones de la estrategia autonómica de ictus de Aragón, se trabaja en la elaboración de un protocolo específico de atención al ictus pediátrico de Aragón. Este plan revisa los datos de la comunidad y los niños atendidos por un ictus en los últimos 10 años en los centros sanitarios aragoneses y presenta las características de los menores que pueden beneficiarse de un tratamiento de reperfusión. Tratamientos como el neurointervencionismo o la fibrinólisis que se han ido incorporando a la cartera de servicios del Servicio Aragonés de Salud.
Las causas que provocan un ictus en la edad pediátrica son diferentes a las de los adultos, es por ello que los niños que van a ser subsidiarios de un tratamiento de reperfusión son escasos. La trombectomía se define como la primera opción terapéutica, quedado la fibrinólisis relegada a aquellos niños en los que no pueda hacerse ésta por motivos de tamaño o por contraindicación de la anterior.
Según los datos recogidos en el Plan de atención al ictus de Aragón, en los últimos 10 años han ingresado en los hospitales de nuestra comunidad 21 niños, lo que supone entre uno y dos menores al año. Para el acceso a los tratamientos de reperfusión se consideran candidatos aquellos niños entre 2 y 15 años. Concretamente, en el periodo comprendido entre los años 2008 y 2018 ingresaron 16 niños entre ese rango de edad, con una cifra que varía de uno a dos cada año. De estos niños, siete presentaron un ictus isquémico en estos 10 años: un niño entre 2-5 años, 4 niños entre 5-10 años, y solo 2 entre 10 y 15. En este sentido, cabe recordar que es esencial realizar una buena selección de los pacientes en su abordaje urgente y que todo el proceso de atención diagnóstica esté bien coordinado.
El protocolo autonómico define los circuitos de atención para el código ictus, así como las pruebas y procedimientos que deben realizarse al niño según el hospital que reciba en primera instancia al menor. En Aragón, el Hospital Miguel Servet de Zaragoza se toma como centro de referencia para su atención utilizando las redes de atención ya existentes para los adultos e incorporando a los profesionales de la UCI pediátrica del HUMS como gestores del proceso.
El procedimiento se presenta con el objetivo de proporcionar una guía de abordaje a estos niños, mejorando la atención, disminuyendo la morbimortalidad, disminuyendo el nivel de incertidumbre sobre su atención y facilitando el acceso a los profesionales, estructuras y procedimientos que cada niño precise.
El Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza cuenta con una nueva Unidad de Ictus desde septiembre, capaz de atender hasta 400 pacientes al año
Desde el pasado mes de septiembre, el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza cuenta desde el pasado mes de septiembre con una nueva Unidad de Ictus, dotada con seis camas que permitirán una ocupación media de 400 pacientes al año. Esta nueva área está ubicada en la planta de 7 del centro, dedicada a Neurología y las obras para su adecuación han supuesto una inversión de 150.000 euros.
Cada paciente dispondrá de un sistema de monitorización bajo la supervisión directa y continua del personal de enfermería que, no solamente contará con formación específica, sino también protocolos clínicos de actuación que buscan adelantarse a las necesidades del paciente para minimizar las posibles complicaciones y favorecer la recuperación clínica y funcional de manera precoz.
Hasta ahora, los pacientes que acudían al Hospital Clínico Universitario con esta patología ya recibían una atención multidisciplinar en camas diferenciadas con un funcionamiento similar a una Unidad de Ictus, una iniciativa pionera en ese momento que ha permitido aplicar todas las medidas terapéuticas disponibles sin demora. Sin embargo, era preciso adecuar su diseño asistencial y estructural para incorporar de una forma más óptima todos los nuevos avances en la atención aestos enfermos.
Las Unidades de Ictus son unidades de cuidados agudos no intensivos destinadas de forma exclusiva a la atención de pacientes con esta patología. Se caracterizan por una sistematización de la atención al paciente, con personal entrenado, criterios de ingreso preestablecidos, actuación diagnóstica y terapéutica precisa, especial atención al tratamiento agudo y a la precoz rehabilitación funcional y social del paciente, además de una eficaz coordinación multidisciplinar.
En estos momentos, son el recurso más efectivo para el tratamiento de la fase aguda del ictus. Su funcionamiento se basa en una atención multidisciplinar con objetivos definidos que buscan lograr los mejores resultados en salud de los enfermos, así como una mayor confortabilidad tanto del paciente y sus acompañantes como la del personal.
¿Qué es el ictus?
El ictus es un trastorno brusco en la circulación sanguínea del cerebro que puede ser producido por oclusión de un vaso sanguíneo (el 85% de los casos) o por rotura del vaso, con la consecuente hemorragia (el 15%).
Más del 90% de los casos están en relación directa con alguno de los diez factores de riesgo: hipertensión arterial, diabetes, dislipemia (elevación del colesterol), apnea del sueño, obesidad y hábitos de vida nocivos: tabaquismo, abuso de alcohol, sedentarismo y el estrés. También enfermedades cardiacas, especialmente una arritmia que conocemos como fibrilación auricular. Con la adecuada corrección y tratamiento de estos factores de riesgo se podría reducir más del 90% de los ictus. En Aragón se producen entre 2.800 y 3.000 nuevos casos de ictus al año.
Los síntomas generalmente se producen de forma brusca e inesperada y los principales son:
- Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender
- Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades
- Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual
- Pérdida brusca de coordinación o equilibrio
- Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales
Cabe recordar que, para abordar la atención a esta patología, en el año 2009 se implementó el Plan de Atención al Ictus en Aragón (PAIA), una estrategia que se revisa anualmente. Una de las claves para el éxito en la atención a esta patología es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias. Es por ello que en la cadena asistencial destinada a esta patología es fundamental la interconexión y coordinación precisa entre los servicios de urgencia extra e intrahospitalarios con el denominado Código Ictus, diseñado con el fin de una rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes a los servicios de urgencias.