La crecida del Ebro atraviesa la ribera alta sin provocar daños en los cascos urbanos

La punta de la crecida del Ebro está atravesando los municipios ribereños aguas arriba de Zaragoza sin provocar daños personales o materiales de importancia. El caudal estimado que está pasando por Novillas, Pradilla de Ebro y Alagón es de unos 1.900 metros cúbicos por segundo y se espera que Zaragoza alcance un máximo de 1.600 metros cúbicos a lo largo de la mañana de este viernes.

La crecida es un metro inferior a la del año 2021 y no se esperan repuntes importantes, a pesar de las lluvias que podrían caer en el norte de Navarra en los próximos días.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha dirigido desde el Puesto de Mando Avanzado ubicado en Luceni, la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) en la que se ha analizado la situación del Ebro y se han activado los recursos necesarios para vigilar la punta de la avenida en la ribera baja, donde llegará a lo largo del sábado.

Azcón ha afirmado que “los datos son tranquilizadores, aunque mantenemos la precaución al máximo y todos los servicios van a estar vigilantes para que no se produzcan más daños que los estrictamente necesarios”. El presidente ha recordado que se mantiene el nivel 2 de emergencia y mañana se reevaluará en función de las necesidades. Por eso, ha dicho Azcón, “el mensaje es que no va a ser una crecida extraordinaria como la del 2021 ó la de 2015 y que será una crecida que genera daños agrícolas pero que esperamos que no haya daños personales”.

Una sensación de tranquilidad que también existe entre los vecinos de los municipios ribereños. A pesar de eso, y como medida preventiva, se ha aconsejado desalojar algunas urbanizaciones próximas al río en Zaragoza (Doña Sancha), Pastriz (Torre Urzáiz), El Burgo de Ebro (Los Huertos) y Villafranca de Ebro (Los Toyos).

Afecciones en infraestructuras

Tan sólo ha sido necesario cortar dos carreteras, el tramo de la A-127 que accede al municipio de Gallur y la CP-3 que une Boquiñeni con Pradilla de Ebro.

Además se han anegado algunas infraestructuras de recreo, parques, columpios y campos de fútbol situados junto al río por la filtración desde el freático.

Los daños en zonas de cultivo tendrán que ser evaluados cuando baje el nivel de las aguas y en este momento no constan daños graves en explotaciones ganaderas algunas de las cuales ya fueron desalojadas por consejo del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y otras han sido protegidas para evitar que el agua alcance a los animales.