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Martes, 26 de noviembre de 2024

Espacios Naturales

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Nacional de los Pirineos sellan una alianza por la conservación y el desarrollo sostenible

Los responsables de ambos espacios naturales han firmado hoy en el Espacio Portalet un Memorando de Entendimiento que formaliza su cooperación para el periodo 2024-2034

El objetivo es fortalecer la gestión conjunta de ambos parques, con el objetivo de preservar su acervo natural y cultural e impulsar iniciativas de ecoturismo

Firma del memorando entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido y el Parque Nacional de los Pirineos.
Firma del memorando entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido y el Parque Nacional de los Pirineos.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Nacional de los Pirineos (Francia) han firmado un Memorando de Entendimiento que formaliza su cooperación para el periodo 2024-2034. Este acuerdo busca fortalecer la gestión conjunta de ambos parques, con el objetivo de conservar sus patrimonios naturales y culturales, y promover un desarrollo local sostenible.

El acuerdo ha sido suscrito por el director general de Medio Natural, Alfonso Calvo Tomás, y la directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa Ferrer. Por parte de la República Francesa, suscribieron el acuerdo el Presidente del Consejo de Administración del Parque Nacional de los Pirineos, Louis Armary, y la directora del Parque Nacional de los Pirineos, Melina Roth. "Trabajando unidos conseguiremos alcanzar los objetivos propuestos de una manera eficiente, eficaz y, sobre todo, sostenible", ha indicado Alfonso Calvo.

La colaboración entre los dos parques tiene un largo recorrido, iniciada en 1988 con la primera carta de cooperación transfronteriza. Ambos parques, ubicados en el macizo central de los Pirineos, comparten una riqueza paisajística, biológica y cultural que ha sido reconocida internacionalmente, como refleja su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO bajo el título "Pirineos – Monte Perdido: circos y cañones".

En cuanto a los compromisos clave que se plasman en el Memorando 2024-2034, en términos de gobernanza, el acuerdo prevé la organización de reuniones anuales entre las direcciones de ambos parques para coordinar acciones comunes, compartir conocimientos y promover el intercambio de personal. Asimismo, se implementará un flujo continuo de información entre los equipos, lo que permitirá una mejor gestión de los proyectos transfronterizos y la toma de decisiones estratégicas conjuntas. Además, se facilitará la participación de los representantes de cada parque en los respectivos consejos de administración y científicos del parque vecino, con el objetivo de favorecer una gestión más integrada y coherente de los recursos compartidos.

En cuanto a la conservación y sostenibilidad, se desarrollarán actividades científicas conjuntas para estudiar el impacto del cambio climático en la biodiversidad de los Pirineos, centrándose en la fauna y flora locales. Se establecerán bases de datos compartidas sobre la evolución de las especies y los ecosistemas, y se realizarán estudios conjuntos sobre la introducción de especies en peligro, así como sobre el impacto de especies invasoras. Ambas partes también colaborarán en la observación de fenómenos como la contaminación lumínica y en la protección de los paisajes pastorales que forman parte del patrimonio cultural pirenaico.

En lo que respecta al turismo sostenible, el Memorando establece la necesidad de mejorar la accesibilidad a las áreas naturales protegidas, manteniendo siempre un enfoque de respeto hacia los entornos frágiles. Se promoverán programas de educación ambiental dirigidos a concienciar tanto a los visitantes como a las comunidades locales sobre la importancia de la conservación. Además, se continuará con la creación de infraestructuras como senderos y puntos de información en ambos parques, con el fin de ofrecer una experiencia enriquecedora a los más de 1,5 millones de visitantes que reciben anualmente. También se fomentará la cooperación entre los centros escolares de ambos países, reforzando el conocimiento sobre el medio ambiente en los más jóvenes.

Por último, en relación con el desarrollo local, ambos parques trabajarán en la promoción de productos locales y en la preservación de las actividades tradicionales como el pastoralismo, que ha sido un elemento clave en la configuración del paisaje y la cultura pirenaica. Se impulsarán iniciativas de ecoturismo que respeten la naturaleza y contribuyan a mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, mientras se busca una gestión equilibrada de las actividades recreativas en el territorio. Así, estos compromisos muestran la apuesta de ambos espacios naturales para preservar un patrimonio natural y cultural excepcional y trabajar juntos ante los desafíos que plantea el cambio climático en la zona pirenaica.

El acuerdo, que no es jurídicamente vinculante ni supone costes extraordinarios para las partes, será implementado a través de planes quinquenales de acción, cuyos resultados serán revisados en reuniones de seguimiento.

La gestión 

Cerca de un centenar de trabajadores de la empresa pública SARGA trabaja con el objetivo de garantizar la seguridad y el disfrute de los usuarios del Parque. Ello implica el mantenimiento, restauración y limpieza de infraestructuras como senderos y edificios. Además, los vigilantes proporcionan información y vigilancia por el medio natural. Como complemento divulgativo se organizan actividades de sensibilización y educación ambiental para visitantes y escolares, especialmente en verano y primavera. Todas estas funciones se realizan bajo la dirección de Gobierno de Aragón y la dirección del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (15.700 hectáreas) es el único espacio natural de la comunidad que tiene la calificación de parque nacional y recibe aproximadamente 600.000 visitantes al año. El Parque Nacional de los Pirineos (45.700 hectáreas de superficie central), lindante con la frontera franco-española en cien kilómetros, es miembro de la prestigiosa lista verde de la Unión Internacional para la Naturaleza. El macizo de Monte Perdido se encuentra en el corazón de los dos Parques Nacionales.

Desde 1997, bajo el nombre "Pirineos - Monte Perdido, circos y cañones", este macizo está inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO por su geología, sus paisajes diseñados por el pastoralismo y su cultura. Esta propiedad mixta transfronteriza de 31.189 hectáreas está gestionada por un comité directivo conjunto compuesto por representantes homogéneos de Francia y España con mandato oficial de los gobiernos de los dos Estados.