Patrimonio Cultural
La Sala de Doña Petronila luce nuevo aspecto tras la intervención en sus capiteles
El Museo de Huesca ha llevado a cabo trabajos de investigación, consolidación, y diversas mejoras para renovar y realzar el espacio
Se ha restaurado también la obra de Miguel Jiménez, La mujer adúltera
El Museo de Huesca ha impulsado en el último año un proceso de recuperación y puesta en valor de la Sala de Doña Petronila, uno de los espacios más emblemáticos con los que cuenta el centro. Merced a fondos procedentes de la Estrategia Aragonesa para minimizar los efectos de la COVID-19, el Museo acometió la redacción de un proyecto de investigación de la sala y su conjunto escultórico, que aclara los diversos avatares históricos de este espacio y las sucesivas intervenciones a que se ha visto sometido. Perteneciente a las estancias que se conservan del antiguo alcázar de los reyes de Aragón del siglo XII, su gran relevancia histórica, artística y simbólica ha propiciado que desde la Dirección General de Cultura se llevase a cabo un ambicioso programa de recuperación y puesta en valor de este espacio que se ha concretado en la realización, a lo largo de los últimos meses, de varias actuaciones. En primer lugar, se procedió al estudio en profundidad de los restos de policromía todavía presentes en los capiteles, lo que ha permitido conocer los pigmentos y el sistema de trabajo utilizados. A partir de ahí se llevó a cabo una reconstrucción virtual de cómo sería en origen la policromía de uno de los capiteles. A continuación, se procedió a la consolidación del conjunto escultórico para atajar problemas de conservación que presentaban los capiteles y se realizó una limpieza en profundidad de los tirantes y estructura de la cubierta de madera, deslucidas por antiguas deyecciones de aves. Asimismo, se incorporaron elementos auxiliares para facilitar la comprensión de ese espacio por el visitante: una mesa interpretativa con información de la historia de la sala, la importancia de los capiteles, su policromía y la iconografía de cada uno de ellos; también se muestra en otro módulo un vídeo en bucle con el proceso de restitución cromático virtual de uno de los capiteles, a partir de los estudios científicos y las analíticas realizadas. Se trata de una visión inédita y sorprendente de los vivos colores medievales Finalmente, se ha llevado a cabo también una renovación completa de la iluminación de la sala con focos y líneas led que, junto a una mayor eficiencia del consumo eléctrico, proporciona un ambiente intimista al conjunto y destaca de forma efectista la cabecera de la sala donde se ubican los capiteles Restauración de la obra de Miguel Jiménez La mujer adúltera Asimismo, y con los fondos de la Estrategia Aragonesa de Recuperación, se ha procedido también a la restauración de una de las obras emblemáticas de la colección bajomedieval del Museo de Huesca: se trata de La mujer adúltera, una pintura realizada en torno a los años 1470-1490 por Miguel Jiménez, uno de los artistas más relevantes en Aragón en la segunda mitad del siglo XV. Esta pintura sobre tabla, de estilo gótico hispano flamenco, narra el episodio recogido en el Evangelio de San Juan de la presentación de una mujer adúltera a Jesús, por parte de los fariseos, para dilucidar si debería ser lapidada. Obra de gran riqueza, cuenta con la particularidad de ofrecer un vivo colorido y un completo muestrario de la indumentaria de la época en la que fue realizada. En la intervención de restauración se han eliminado los repintes y las capas de suciedad. Posteriormente se estucó, se llevó a cabo una reintegración cromática a base de rigatino, y por último se le aplicó una ligera capa de protección. Tras esta intervención la obra ha regresado a la capilla de la Inmaculada, sala 5 del museo, donde se exhibe la colección de pintura gótica del Museo de Huesca
Lucea, dos actuaciones
Fernando Sarria
Lucea, recuperación espacio