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Viernes, 29 de marzo de 2024

Patrimonio Cultural

Aprobado el decreto por el que se crea el Museo de la Guerra Civil. Batalla de Teruel

El Consejo de Gobierno da luz verde a la creación de este centro, que se convertirá en el primer gran museo del país sobre la contienda

El proyecto cuenta con el asesoramiento y la tutela de un comité de expertos e incluirá, además de lugares reservados a la exposición, espacios para las asociaciones de memoria

El Museo de la Guerra Civil. Batalla de Teruel ya está creado. Así lo ha dispuesto el Consejo de Gobierno que ha aprobado la creación oficial de este centro, cuyo objetivo será la puesta en marcha de un espacio en el que reflexionar y profundizar sobre la influencia que esta guerra tuvo en la Historia de España y de Europa. El museo nace asimismo con la intención de ser referencia en varios ámbitos, también como aglutinador de las iniciativas que con esta temática se desarrollan en la Comunidad y en todo el país. Además de los fondos que incluirá y del espacio reservado para honrar a las víctimas, el decreto de creación del centro expositivo también recoge lugares para facilitar la investigación e incluye entre sus fines promover encuentros o intercambios con otras instituciones. Asimismo, en sus 3.500 metros cuadrados también habrá estancias para que las asociaciones memorialistas puedan desarrollar sus proyectos.

El proyecto plantea la posibilidad, gracias a sus servicios y espacios, de contar con propuestas culturales y vinculadas con la memoria durante todo el año, convirtiéndose así en un espacio de referencia cultural constante en nuestra Comunidad, con relevancia también en la difusión y la investigación.

El proyecto, que el Consejo de Gobierno hoy refrenda, vuelve a poner de manifiesto el compromiso de la DGA con la memoria democrática, tras el impulso durante esta legislatura de una Ley que establece medidas para aquellos que padecieron persecución y violencia durante el conflicto y los años posteriores, y la puesta en marcha de una línea de ayudas para las asociaciones de memoria de la Comunidad, a las que se destinan 200.000 euros anuales.

De hecho, el museo es un trabajo transversal entre los Departamentos de Educación, Cultura y Deporte –del que dependerá-, Presidencia y Vertebración del Territorio. Además de la museografía, que quiere hacer comprender a los visitantes la Guerra Civil no solo desde el punto de vista militar sino sobre todo desde la perspectiva de la población civil, el edificio que se situará en la Avenida Zaragoza de Teruel incluye un gran recinto al aire libre concebido como jardín reservado para albergar una amplia muestra de materiales pesados de guerra (acorazados, tanques, etc.) y el recuerdo y homenaje a las víctimas a través de un memorial por la paz en un material que refleja para que la sombra del visitante se vea sobre los nombres y una película de agua que impida el vandalismo.

Por su parte, las salas expositivas, concebidas como grandes espacios técnicos para alojar la exposición permanente, adoptan la textura pardo-grisácea de los cerros que envuelven la ciudad de Teruel. El acceso a las mismas se llevará a cabo a través de una rampa que, conceptualmente, recuerda los accesos a las trincheras. Dos grandes tipologías de módulos museográficos se podrán encontrar en su interior: unos mostrarán la Guerra Civil en su amplio contexto, hasta llegar a la inmediata postguerra, y otros enseñarán lo que ocurrió en Teruel, justo en el año en el que se cumplen 80 años de la batalla de la ciudad, donde se desarrollaron los más violentos y destructivos ataques contra la población civil entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938. Estos módulos serán temáticos, pero no diferenciarán en ningún caso entre bandos, porque el museo quiere llamar a la reflexión y a la lucha contra el odio y la intolerancia.

Profundizando en esta idea, el final de la zona de exhibición se plantea abierto, buscando que el propio visitante saque sus propias conclusiones sin pretensión alguna de adoctrinamiento.

Asimismo, este centro recogerá un gran mapa de los espacios de la memoria de nuestra comunidad y del resto de nuestro país, convirtiéndose en el centro neurálgico de todos los centros de interpretación de memoria.

El proyecto, realizado a partir del anteproyecto del profesor de didáctica de la Universidad de Barcelona (UB) Joan Santacana y del arquitecto Toni Casamor, cuenta además con una comisión asesora compuesta por profesionales de la universidad y expertos memorialistas de la Comunidad, nacionales e incluso internacionales, que avala su viabilidad del proyecto y su significación. Reconocidos nombres como los de Paul Preston, Helen Graham, Stanley G. Payne, Alberto Sabio o Eloy Fernández Clemente participan de la iniciativa para garantizar su rigor y avalar sus contenidos, en una comisión que preside el profesor de Historia Social y del Pensamiento Político de la Universidad Nacional de Educación a Distancia Javier Paniagua.