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Domingo, 28 de abril de 2024

Fondos Europeos

Ingreso de una "tortuga mordedora" en el Centro de Fauna Silvestre de La Alfranca

La introducción de especies alóctonas supone un grave riesgo para el medio natural.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca acoge un ejemplar de Tortuga Mordedora (Chelydra serpentina), hallado en Gelsa de Ebro (Zaragoza). El reptil fue capturado por el alguacil de esta localidad, que lo entregó a un Agente de Protección de la Naturaleza del Departamento de Medio Ambiente. El ejemplar encontrado en Gelsa constituye el primer dato de la presencia de esta especie en el medio natural en Aragón. Se trata de una hembra adulta de 33,5 centímetros de longitud de caparazón y 75 de longitud total, con un peso de 8,5 kg. Su edad estimada es de unos 15 años. Se ignora si este ejemplar es el resultado de una suelta aislada, o si existe algún núcleo aclimatado en el Ebro.

La tortuga mordedora es una especie americana de costumbres anfibias. Es una de las dos especies de la familia de los Quelídridos -familia arcaica dentro de los quelonios- que comparte con la formidable Tortuga Caimán (Macroclemys temminckii). Más pequeña que su pariente, la tortuga mordedora es también un temible depredador, que alcanza 50 Kg. de peso en los machos adultos, y muestra preferencia por cursos de agua lentos y zonas encharcadas, donde se alimenta de peces y aves acuáticas principalmente, sin desdeñar la carroña e incluso materias vegetales.

Esta especie tiene una gran capacidad de adaptación. Su área natural abarca desde la costa tropical del Pacífico colombiano hasta las costas atlánticas de Nueva Escocia, en Canadá, donde es capaz de nadar bajo el hielo. La hembra puede poner hasta 80 huevos en cada temporada, y las crías nacen completamente capaces de desenvolverse en cualquier medio acuático.

La conformación del cuerpo, con gran desarrollo muscular y pequeño caparazón, y su enorme boca, armada de un cortante pico córneo, dan idea de su capacidad predatoria y voracidad. Se alimenta al acecho, flotando entre dos aguas por el día, y sale a cazar a tierra al atardecer. Suele pasar desapercibida, ya que no sale a tomar el sol en lugares visiles. Se trata de una especie muy popular entre los terrariófilos, porque no sobrepasa los 4 cm. de longitud cuando es joven. Cuando alcanzan mayor tamaño son animales de difícil manejo por su fuerza, rapidez y agresividad (son capaces de lanzar un mordisco en décimas de segundo) lo que le convierte en motivo de abandono por parte de los propietarios.

La introducción de especies foráneas se considera uno de los mayores problemas de conservación, al provocar la competencia, transmisión de enfermedades o predación sobre especies autóctonas. En Aragón tenemos ejemplos de las consecuencias de las introducciones de especies, como es el caso del estado de amenaza de extinción del cangrejo de río debido a la introducción de diversas especies de cangrejos de origen americano.

Con independencia de que estas introducciones están legalmente prohibidas y consideradas infracción por la normativa vigente, es preciso recordar a quienes por cualquier causa no puedan hacerse cargo de estos individuos para que en ningún caso los liberen en el medio natural. En este sentido, el Centro de Recuperación de La Alfranca, del Departamento de Medio Ambiente, actúa como receptor de dichos animales, buscando la salida más satisfactoria en cada caso. El número de teléfono es el 976.131.577.