Derechos Sociales
Luz verde a tramitar la proposición de ley de cultura para la paz
El Consejo de Gobierno ha manifestado este miércoles, a través de la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, su criterio favorable a tomar en consideración la proposición de Ley de Cultura para la Paz, tal y como aprobó la mesa de las Cortes de Aragón a propuesta de los grupos parlamentarios socialista, popular, de Ciudadanos, de Podemos Equo Aragón, de CHA, del PAR y de IU.
La proposición de ley tiene por objeto promover el compromiso de las instituciones y la sociedad aragonesa con la cultura de la paz, que incluye la educación e investigación para la paz, la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria, la promoción del diálogo, la acción no-violenta y la mediación, el diálogo interreligioso e intercultural, la capacitación ciudadana para la diplomacia y la transformación pacífica de los conflictos, y la comunicación sobre y para la paz.
Asimismo, la ley establece un marco común para situar e impulsar una acción coordinada en pro de la cultura de la paz de las administraciones públicas, las instituciones educativas, las universitarias y las organizaciones sociales.
Entre los compromisos que adquiere con esta normativa –que ahora inicia su tramitación– el Gobierno de Aragón en materia formativa y educativa está el desarrollo de contenidos curriculares que hagan referencia a la cultura de la paz y que en los ciclos formativos cuyo ámbito de trabajo sean los grupos humanos y los contextos de convivencia se facilite al alumnado formación sobre gestión no-violenta de conflictos.
Además, se apoyará la labor investigadora de los grupos de investigación ya existentes en este ámbito.
El acuerdo de los grupos parlamentarios recuerda que, en Aragón, la cultura de paz tiene un fuerte arraigo, vinculado con la fuerza del pacto como tradición, fuente de derecho y seña de identidad. Las 'Asambleas de paz y tregua' entre los años 1137 y 1150, las treguas en los litigios, el Justicia de Aragón o el Compromiso de Caspe han sido ejemplos históricos de ello. El principio 'standum este chartae' no solo se manifiesta ante el conflicto, sino que la cultura del pacto y el acuerdo se extiende a la gestión de los intereses de los particulares: familia, bienes... Con diferentes fórmulas para la mediación y resolución pacífica de los conflictos de intereses, como queda recogido en el Código del Derecho Foral de Aragón y en toda la tradición jurídica aragonesa.
El Gobierno de Aragón incorporó tempranamente esta cultura y educación para la paz en su proyecto ciudadano. Fue la primera Comunidad Autónoma que asumió la cultura de paz como propia, y en 1984 promovió y viene sosteniendo desde entonces el trabajo de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz, proyecto que ha venido generando una plusvalía de investigación y acción para la paz, que le hizo ser reconocida con el título de 'Mensajero de la paz' de Naciones Unidas.
Por su parte, el artículo 30 del Estatuto de Autonomía de Aragón incluye la cultura de los valores democráticos como uno de los principios rectores de las políticas públicas.