Mallén contará con un polígono industrial de 100.000 m2, con una inversión de 2.235.795 euros (375 millones de pesetas)
El convenio fue firmado hoy entre el consejero de Obras Públicas, Javier Velasco, y el alcalde de Mallén, Antonio Asín.
El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Javier Velasco, y el alcalde de Mallén, Antonio Asín, firmaron en la mañana de hoy el convenio para la construcción de un Polígono Industrial en esta localidad zaragozana. En la firma estuvo presente el consejero delegado de la Empresa Pública del Suelo y Vivienda de Aragón, Vicente Piñeiro.
La inversión prevista en el Polígono es de 2.253.795 euros (375 millones de pesetas), con una aportación del Departamento de Obras Públicas del 60% de la inversión, 1.352.277 euros (225 millones de pesetas).
El Polígono, con una extensión de 100.000 metros cuadrados, estará ubicado en el término El Zafranar y cuenta ya con el correspondiente proyecto constructivo, en el que están recogidas las obras de urbanización, viales y todos los servicios (agua, luz, alcantarillado, vertidos...).
La intención del Ayuntamiento de Mallén es licitar la obra en los próximos días e iniciar los trabajos a lo largo del mes de junio. El plazo de ejecución del Polígono es de 10 meses.
El polígono industrial de Mallén está incluido en el Plan de Infraestructuras para la Implantación Industrial en Aragón 2001-2004 en el que están recogidas 58 actuaciones a lo largo de las tres provincias con una inversión cercana a los 7.500 millones de pesetas.
En su intervención, el consejero hizo hincapié en algunos aspectos deficitarios del planteamiento inicial del Ministerio para el periodo 2002-2005. "En el cómputo glogal de actuaciones y recursos se produce un descenso del 20% -dijo-; desaparece la subvención para la compra de suelo; la vivienda de alquiler sólo supone el 3,48% de los recursos del Plan; y aunque hay ayudas para los adquirientes de vivienda con ingresos por debajo de 1,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), el problema es quién va a producir este tipo de vivienda, el de Régimen Especial". "Antes que distribuir, hay que producir", termino diciendo.
En su intervención, Javier Velasco relató la experiencia aragonesa de los últimos tres años, en los que "sólo la aportación de suelos públicos, que necesitan de ayudas a su adquisición y urbanización, puede atenuar la escasez de suelo para construir vivienda protegida". En este sentido, aportó el dato de que de las 6.000 viviendas protegidas calificadas en esta legislatura, 3.000 se promovieron en suelos públicos, "suelos que pusimos en circulación sin que tuvieran repercusión en el precio final de la final de la vivienda, a un precio político, cargando únicamente en su precio los costes de urbanización".
En otro tramo de su intervención, el consejero Velasco equiparó en interés la construcción de vivienda nueva protegida con la acción rehabilitadora porque "las actuaciones en barrios degradados ha hecho resurgir el interés y la participación social cuando los vecinos han percibido que se puede repartir dignidad cívica y calidad de vida. Además, en el medio rural, la rehabilitación es un importante agente organizador".
En otro tramo de su intervención, el consejero Velasco insistió en que "la liberalización de los suelos es únicamente un componente ideológico, que no ha propiciado ningún beneficio social ni ha contribuido, en absoluto, a sujetar los precios de la vivienda libre" a la vez que abogó por una coordinación a la hora de plantear el crecimiento de las ciudades: "al hacer crecer las ciudades -dijo- es también necesario coordinar sus partes integrantes, es decir, que todo lo que se diseñe en términos de crecimiento tiene que estar relacionado con lo que ya existe y con lo que tenga que existir en el futuro".