Nacen los primeros pollos de milano real en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca

Los tres primeros ejemplares de milano real del año han nacido por incubación artificial en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca (Zaragoza). Los veterinarios optaron por este método ante el peligro para la supervivencia de los pollos que suponían las malas condiciones meteorológicas de las pasadas semanas. Se está también a la espera de la eclosión de dos huevos que todavía se encuentran en la incubadora.   Estas crías, con apenas una semana de vida, forman parte del Proyecto de Cría en cautividad del Milano Real que desarrolla el Gobierno de Aragón, a través del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, desde el año 2006. Este proyecto destaca por ser pionero en el mundo y su objetivo se centra en la elaboración de protocolos de reproducción de la especie en cautividad.   En estas mismas instalaciones, actualmente seis de las parejas reproductoras han realizado puestas esta primavera, incluso algunas de ellas han llevado a cabo una segunda puesta tras retirarles los huevos que fueron llevados a las incubadoras. Por lo que en breve conoceremos el número total de ejemplares nacidos este año en el Centro de Recuperación de la Alfranca.   Solo los pollos nacidos en incubadora serán criados por los técnicos del centro, que además de alimentarlos mediante una marioneta que imita un milano real, realizan su seguimiento de manera constante intentando evitar la interacción directa para que su adaptación al medio natural sea más rápida. El resto de pollos serán criados por sus progenitores sin intervención humana.

El destino de la práctica totalidad de los ejemplares nacidos en el CRFSA será su liberación al medio natural cuando finalicen el entrenamiento necesario que garantice su supervivencia. Esta es la aportación que desde la Dirección General de Medio Natural se hace en la recuperación de una de las especies de aves más amenazadas a nivel nacional catalogada como “En peligro de extinción”. En España, la población reproductora ha sufrido un fuerte declive con una reducción de más del 50% de sus efectivos desde mediados de los años noventa.