title.site title.site

Domingo, 24 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

Se inicia la expropiación para un nuevo acceso a la ruina industrial de Inquinosa

La Dirección General del Cambio Climático y Educación Ambiental del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente impulsa esta actuación

El nuevo vial tendrá una longitud de 593 metros y permitirá el acceso desde la calle Cañada Real

Se prevé concluir la expropiación de los 13.000 metros cuadrados necesarios para el nuevo vial en 2021 y construir el vial de acceso en 2023

El BOA publicará en los próximos días el acuerdo de Consejo de Gobierno por el que se declara la utilidad pública de las obras incluidas en el “Proyecto de acceso a la antigua fábrica de Inquinosa en Sabiñánigo, a efectos de la expropiación forzosa de los bienes y derechos necesarios para su ejecución y la urgencia de los procedimientos de expropiación forzosa que sea necesario iniciar para la ejecución del proyecto citado”. La empresa Industrias Químicas del Noroeste, S.A. (INQUINOSA) estuvo ubicada en el polígono industrial de la Fosforera, en la localidad de Sabiñánigo. Comenzó su actividad hace más de treinta años. Durante el periodo en el que desarrolló su actividad, desde 1974 hasta 1992, la empresa produjo y formuló el pesticida lindano y generó residuos derivados de su fabricación depositándolos principalmente en los vertederos de Sardas y emplazamiento de Bailín.

Paradójicamente el único acceso rodado a la antigua factoría es a través de un camino de propiedad privada que forma parte de un complejo industrial. Éste complejo industrial ha pasado a estar considerado "Infraestructura crítica" por la Secretaria General de Seguridad del Estado, suponiendo demoras en la tramitación de los permisos individuales y diarios para utilizar este acceso privado.

Para poder trabajar con agilidad en las labores de seguimiento y control de la ruina industrial se ha considerado necesario construir un vial de nueva planta sin restricciones de uso. El nuevo vial tendrá una longitud de 593 metros y permitirá el acceso desde la calle Cañada Real.

Además del vial asfaltado, se construirán conducciones de agua y energía eléctrica para suministrar futuras instalaciones de mantenimiento, descontaminación y control. También incluye el encauzamiento de las aguas de pluviales de los alrededores de la antigua fábrica. En una fase posterior estas aguas se derivarán a una depuradora móvil para su descontaminación. Se lleva trabajando desde el año 2016 en la caracterización del suelo de fuera de las naves y en la contaminación de los paramentos en pie de los edificios.

Toda la superficie de la antigua factoría ha sido declarada como suelo contaminado, por superar los niveles genéricos de referencia del Real Decreto 9/2005, por el que se establece la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados. Estas declaraciones de suelo contaminado se han inscrito en el Registro de la Propiedad, para la salvaguardia del interés general.

La expropiación y futura construcción de este vial de acceso se trata de una fase previa a la descontaminación de la antigua fábrica. Esta actuación tendrá dos fases bien diferenciadas. La primera de derivo de los edificios y una segunda de caracterización del suelo del interior de las naves para su posterior descontaminación. El actual estado de ruina de las cubiertas impide el acceso de maquinaria de sondeo al interior de las naves en condiciones seguras para los trabajadores. Las vibraciones generadas podrían producir desprendimientos de la cubierta de fibrocemento y forjados.

Esta expropiación ha sido considera de Utilidad Pública e Interés Social por el Gobierno de Aragón. Se prevé concluir la expropiación de los 13.000 metros cuadrados necesarios para el nuevo vial en 2021 y construir el vial de acceso en 2023. Este vial ha sido consensuado con los técnicos de ayuntamiento de Sabiñánigo, y en el futuro, cuando terminen las actuaciones formará parte del entramado urbano de la capital del Alto Gallego. Se trata de un paso más para aumentar la seguridad y control de los emplazamientos afectados por los residuos de la fabricación de lindano en Aragón.