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Martes, 16 de abril de 2024

Agricultura

El desafío del nitrógeno en el contexto actual

El consejero Olona ha sido el encargado de abrir las ponencias del I Encuentro Internacional Renowagro que se desarrolla en Zaragoza entre hoy y mañana

Olona durante su intervención en el Palacio de Congresos de Zaragoza.
Olona durante su intervención en el Palacio de Congresos de Zaragoza.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha comenzado su intervención en el I Encuentro Internacional Renowagro bajo la premisa de que “el nitrógeno es un nutriente fundamental para producir alimentos y a medida que aumenta la población mundial la producción agrícola deberá seguir creciendo”. No solamente es imprescindible garantizar la alimentación a la población en términos de suficiencia, sino que hay que hacerla asequible y saludable. Por lo que el consejero ha sido rotundo a la hora de afirmar que “reducir drásticamente la disponibilidad de nitrógeno en los cultivos abocaría al colapso alimentario”.

"El problema no es la fertilización en sí misma, sino la gestión ineficaz del nitrógeno fruto del desacoplamiento entre la demanda (agricultura) y la oferta (ganadería e industria química)". Lo que el consejero propone es modificar el modelo vigente de gestión del nitrógeno, “que es muy costoso e ineficiente desde el punto de vista económico y ambiental”. Por lo que, “la discusión no debe de ser si necesitamos nitrógeno o no sino de dónde viene y cómo lo aplicamos”. En este sentido, Olona ha recalcado que “Aragón quiere ser la primera Comunidad en asumir el reto de sustituir los fertilizantes minerales por los orgánicos procedentes de los purines y estiércoles”.

El consejero ha echado la vista atrás para contextualizar la situación actual. “La escasez de fuentes nitrogenadas naturales supuso una grave amenaza para la humanidad en el tránsito del siglo XIX al XX, cuando ni siquiera existía el concepto de seguridad alimentaria. Ahora, en pleno siglo XXI, mientras que el exceso de nitrógeno se ha convertido en una amenaza ambiental, el encarecimiento de los fertilizantes nitrogenados y determinadas imposiciones de la Comisión Europea que podrían resultar erróneas, dificultan la producción agroalimentaria. Todo ello cuando la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania ha puesto en entredicho una seguridad agroalimentaria más vulnerable de lo que creíamos antes de la pandemia del COVID-19”.

La FAO en su último informe demuestra que la prevalencia de la desnutrición en la población mundial ha aumentado desde la pandemia y ha pasado del 8% hasta un 9,8% (casi 150 millones de personas más) y, adicionalmente, más de 3.000 millones de habitantes del planeta no se pueden permitir una dieta saludable según los parámetros de la FAO, debido fundamentalmente al aumento del precio de los alimentos.

Olona ha recordado que “la producción industrial de fertilizantes nitrogenados, basada en la síntesis industrial del amoniaco a partir del nitrógeno del aire y del gas natural desarrollada por Alemania entre 1905 y 1913, resolvió la escasez de fuentes nitrogenadas naturales (guano y nitrato de Chile)”. Desde entonces la fertilización nitrogenada ha sido uno de los factores esenciales del crecimiento agroalimentario que, a su vez, ha sustentado y deberá seguir sosteniendo el crecimiento demográfico del mundo, que ha pasado de 1.600 millones de habitantes en 1900 a los 8.000 millones que estamos a punto de alcanzar.

El importante crecimiento de la producción ganadera se ha traducido en la generación de importantes volúmenes de nitrógeno en forma de estiércoles y purines que se suman al nitrógeno fijado del aire a través de la síntesis industrial del amoniaco. Todo ello ha provocado una significativa alteración del ciclo natural del nitrógeno con excesos de este elemento que eutrofiza las masas de agua y contamina la atmósfera con óxidos de nitrógeno y amoniaco.

Se da la paradoja de que “existiendo un exceso de nitrógeno, el encarecimiento del gas natural -también utilizado masivamente para la síntesis industrial del amoniaco-, los fertilizantes nitrogenados minerales muestran en estos momentos unos precios prohibitivos para los agricultores al tiempo que existen barreras normativas y tecnológicas para el uso fertilizante de los purines y estiércoles”, ha destacado el consejero.

En definitiva, la apuesta del Gobierno de Aragón para afrontar el desafío del nitrógeno pasa por impulsar la I+D para transformar los purines en fertilizantes, promover cambios normativos que permitan cubrir las necesidades de los cultivos con purines y sus derivados fertilizantes y fomentar la cooperación imprescindible entre agricultura (demanda de nitrógeno) y ganadería (oferta de nitrógeno y otros nutrientes). “Desde los poderes públicos debemos de crear las condiciones institucionales para que la innovación tecnológica se pueda aplicar de manera rápida y eficaz, a través de una normativa más coherente que ayude a transformar lo que ahora es un problema en una solución”, ha concluido.

El I Encuentro Internacional Renowagro “Recursos orgánicos para la sostenibilidad del sector agroalimentario”, ha sido organizado por las cátedras del grupo Térvalis y el Gobierno de Aragón, e inaugurado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas y el Presidente de Aragón, Javier Lambán, además del director de Planificación Estratégica de Fertinagro Biotech, Sergio Atarés.