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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

La campaña de incendios de 2021 deja un balance “positivo” gracias a unas condiciones meteorológicas propicias

El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, ha presentado el balance estadístico de incendios durante el periodo de alta activación de medios de la campaña estival

Este ha sido el cuarto año con menor riesgo medio global de incendio desde 2014

Durante el periodo comprendido entre el 1 de enero al 15 de septiembre, se han registrado 366 incendios. Si bien esta cifra es algo superior a la media histórica que se sitúa en 354 (75% de conatos), se han calcinado tan solo 549,91 hectáreas, una cifra muy inferior a la media histórica, situada en 3.120,58 hectáreas ”

El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, ha presentado este miércoles, 6 de octubre, el balance estadístico de incendios del periodo de alta activación de medios de la campaña estival de 2021. Un balance, en general, positivo, gracias a un final de año 2020 con precipitaciones con valores puntualmente superiores a lo habitual. Cabe destacar que el pasado mes de enero fue especialmente húmedo debido a las abundantes nevadas asociadas al paso de la borrasca Filomena. Estas precipitaciones y las registradas a principios del mes de junio, a pesar del déficit de lluvia registrado durante los meses de marzo, abril y mayo, ha propiciado que el inicio de la campaña estival se afrontase con un estado hídrico de los combustibles vivos mejor de los previsto.

A pesar de la ola de calor sufrida durante la segunda semana del mes de agosto, en términos generales, este verano no ha habido una persistencia de las temperaturas elevadas. El episodio de altas temperaturas registrado entre el 18 y 23 de julio coincidió, precisamente, con el incendio de Graus, el de mayor envergadura registrado en esta campaña en Aragón. Según el director general de Medio Natural y Gestión Forestal, “esto es un claro indicativo de que, aunque hasta ahora Aragón esté teniendo suerte en la rápida extinción de los incendios forestales, no debemos bajar la guardia, ya que esto puede cambiar en cualquier momento. Estamos evolucionando hacia un futuro incierto a causa del cambio climático, el estrés hídrico y las altas temperaturas en determinadas épocas del año, que va a ser la tónica general en años venideros, por lo que debemos seguir preparándonos y profesionalizándonos para poder afrontar incendios de mayor complejidad y alcance”.

Este ha sido un año atípico en cuanto a meteorología. Tras los periodos de altas temperaturas registrados, se alternaron días con temperaturas por debajo de los valores normales. Las tormentas han estado desigualmente repartidas, siendo un verano muy tormentoso y húmedo en la mitad sur de la Comunidad, mientras que la mitad norte apenas ha registrado precipitaciones.

Al igual que todos los años, el servicio de gestión de los incendios forestales y coordinación ha emitido diariamente el boletín de alerta de peligro de incendio forestal con el objetivo de ser una herramienta eficaz para la prevención de grandes incendios forestales. Tal y como Bayona ha explicado, estadísticamente, todos los grandes incendios forestales de Aragón producidos durante el verano, más del 90% de la superficie quemada en la comunidad, se han desarrollado en alertas roja y naranja. Si atendemos al promedio del índice diario de peligro de incendio forestal para el período de máxima activación y lo comparamos con el mismo dato en campañas anteriores para la misma fecha, se comprueba que el promedio del año 2021 es ligeramente inferior al promedio histórico de campañas anteriores. Es decir, 2021 ha sido el cuarto año con menor riesgo medio global de incendio desde 2014.

Durante el período comprendido entre el 1 de enero al 15 de septiembre, se han registrado 366 incendios. Si bien esta cifra es algo superior a la media histórica que se sitúa en 354 (75% de conatos), se han calcinado tan solo 549,91 hectáreas, una cifra muy inferior a la media histórica, situada en 3.120,58 hectáreas.

Este año han disminuido ligeramente los incendios producidos por accidentes y negligencias, así como los producidos por causa natural. Sin embargo, ha aumentado ligeramente los incendios producidos por causas desconocidas y los incendios intencionados. A este respecto, Bayona ha recordado que “en época de alto riesgo debemos extremar las precauciones ya que las consecuencias de un incendio forestal siempre pueden ser totalmente inesperadas”.

A pesar de que este año no ha habido ningún gran incendio forestal, cabe reseñar que los dos que ha sufrido el municipio de Graus fueron de gran impacto, además de por las hectáreas quemadas en uno de ellos, por su afección a bienes. En el caso del incendio del 23 de julio, se activó el nivel 2 de Protección Civil, y en el caso del ocurrido el 28 de agosto, se activó la Situación Operativo 1 del PROCINFO. En ambos casos hubo evacuaciones para evitar riesgos personales.

El director general ha querido agradecer, igualmente, “la labor de todos los profesionales que forman parte del INFOAR, sin su predisposición y compromiso por el medio ambiente aragonés, seguramente se hubieran perdido muchas más hectáreas de las que finalmente se han quemado. Bomberos forestales, técnicos y agentes para la protección de la naturaleza merecen una administración a la altura que ponga los medios necesarios para facilitar su trabajo”.

Simulacro en Nonaspe

Precisamente, con el objetivo de mejorar la coordinación con las autonomías limítrofes e intercambiar experiencias y aprendizajes entre los expertos, la semana pasada, la Dirección de Gestión Forestal y Medio Natural ponía el operativo INFOAR al servicio del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para ejecutar un simulacro conjunto con los Bomberos de Cataluña (Bombers de Catalunya) en la localidad de Nonaspe (Zaragoza). El simulacro promovido por el MITECO, en el marco del Programa Nacional de Preparación en Incendios Forestales, pretende facilitar la asistencia recíproca y la utilización conjunta de los medios personales y materiales, para lo que se requiere un mando único de extinción (MUE). Según Bayona, “prácticas como estas son altamente necesarias, no solo para mejorar la coordinación, también para incorporar los aprendizajes de las experiencias en otras autonomías”. “Los incendios no entienden de fronteras, debemos estar preparados para todas las situaciones que se nos puedan presentar en un futuro”, ha añadido.

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